Sea P un punto en ℓ, considermos π=P⊕m. Procederemos de la siguiente manera:
- Primero probaremos que π es un plano.
- Que Q=π∩n es un punto.
- Que la recta buscada es la que une P con Q.
- Demostaremos que la recta es única.
Para la segunda parte, necesitamos probar que dos (ℓ,m,n)-transversales distintas nunca se intersectan (son oblicuas).
Pi es un plano
Como en P no está en m (ya que P∈ℓ y ell∩m=\empty) se tiene que dim(P∩m)=−1.
Luego, usando la identidad de grassman, se llega a que
dim(P⊕m)=dim(P)+dim(m)−dim(P∩m)=0+1−(−1)=2
Por lo que, efectivamente π=P⊕m es un plano.
El plano pi y la recta ene se intersectan en un punto.
Como ya demostramos en clases anteriores (ver ejemplo 3.9 parte 7 del libro), en los espacios proyectivos de dimensión 3, un plano y una recta que no se encuentra en él se intersectan en único punto.
Ahora bien, la recta n no se encuentra sobre π pues, en caso contrario, n y m no podrán ser oblicuas pues ambas estarán contenidas en pi. Se sigue que n y pi se intersectan en único punto que llamaremos Q.
La recta que pasa por P y Q es la recta buscada.
Llamemos r=P⊕Q (equivalentemente, r es la recta que pasa por P y Q). Notemos que P y Q están en π, y por lo tanto r está en π (una recta y un plano deben intersectarse en un único punto o de lo contrario la recta vive en el plano). Por otro lado, por definición de π, la recta m también vive en π. Entonces, como hemos visto (ver ejemplo 3.9 parte 6 del libro), dos rectas en un plano se intersectan en un único punto, llamemos R a dicho punto.
Notemos entonces que la recta r satisface lo requerido, es más, tenemos que satisface las siguientes identidades:
P =& r \cap \ell \\ Q =& r \cap n \\ R =& r \cap m \\
Demostración de la unicidad.
Supongamos que existi otra recta r′ que pase por P y que intersecte tanto a n como a m. Observemos que r′∩m≠r∩m, pues en caso contrario, r′ será igual a r ya que tendrán dos puntos en común. De manera análoga, r′∩n≠r∩n.
Llamemos Q′=r′∩n y R′=r′∩m (Q y R estarán definidos como antes).
Consideremos π0=r⊕r′ (no lo usaremos, pero π0=π), es posible probar que π0 es un plano (ya que r∩r′=P). Notemos que Q y Q′ están en π0∩n, de donde se sigue que n está contenido en π0, y de manera análoga se puede demostrar que m está contenido en π0, lo que contradice el hecho de que m y n sean oblicuas (de vivir en un mismo plano se intersectarían).
Dos transversales distintas nunca se interceptan
Sean r y s dos transversales distintas. De interseptarse en un punto X se podría hacer un argumento parecido al anterior. Veamos cómo.
Notemos que r y s intersectan en puntos distintos a cada una de las rectas ℓ, m y n, es decir, r∩ℓ≠s∩ℓ, r∩m≠s∩m y r∩n≠s∩n. De no ser cierta una de estas desigualdades tendríamos que existirán dos transversales distintas (a saber, r y s) pasando por el mismo punto, lo que contradice lo ya probado.
Ahora bien, de intersectarse r y s se tendría que π1=r⊕s será un plano. Dicho plano intersectará en dos puntos distintos a cada una de las rectas ℓ, m y n, por lo que, todas ellas viviran en π1, lo que es una contradición a que eran oblicuas.