Paradojas del aprendizaje

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Paradoja (básica) del aprendizaje: Nada puede enseñarse.

Demostración (por reducción al absurdo): Sea I el ítem de aprendizaje a ser enseñado. Si el aprendiz ya sabe I, entonces sería un absurdo enseñárselo. Y si no lo sabe, no lo sabrá reconocer cuando se lo enseñen (si lo reconociera estaría manifestando que ya lo sabía --un absurdo, pues habíamos quedado en que no lo sabía) . Por tanto, la enseñanza es ya sea innecesaria o bien es imposible.

La paradoja consiste en que, a pesar de esa aparente imposibilidad, el aprendizaje ocurre diariamente --o, por lo menos, eso quisiera uno creer como profesor, mínimo para no sentirse uno mal cuando llega la quincena.

Pero, desde el punto de vista de la educación (de la psicología de la educación o de la filosofía de la educación), el problema es explicar cómo puede el aprendiz apropiarse un conocimiento nuevo y más complejo a partir de sus conocimientos anteriores y más simples. Las respuestas clásicas posibles son tres (creo): por deducción, por inducción o por la generación de nuevas movidas en el juego de la adaptación a un milieu (constructivismo). Una cuarta posibilidad es mediante la retroducción (la inferencia de las causas a partir de los efectos).

Pero no todos pueden generalizar (solución inductiva), ni trasferir el conocimiento a contextos nuevos (solución deductiva), ni hacer asociaciones de ideas y/o interpretar signos (retroducción), ni esforzarse en generar una buena jugada a partir de ciertas reglas (aprendizaje constructivista). Estas habilidades son las que hacen posible la transferencia de conocimientos de un contexto conocido a otro no conocido.

La transferencia del aprendizaje es fundamental para todo aprendizaje, pero raramente ocurre en escenarios de aprendizaje (está documentado). Por lo menos no ocurre en el aula tradicional.  Y, sin embargo, ocurre todo el tiempo; sólo que sigue la ley de Murphy: cuando quieres que ocurra, se niega a ocurrir. Ésta es la paradoja de la transferencia. ("La maestra me lo enseñó con manzanas, con naranjas no me lo sé")



(Es decir, suponiendo que el aprendiz aprendió la fórmula del área del rectángulo, la siguiente cosa que tiene que hacer es responder correctamente a la pregunta de su mamá: ¿cuántos metros de alfombra tengo que comprar para tu cuarto m'íjo? Si el adolescente puede hacer los cálculos necesarios, entonces hubo trasferencia.)

La trasferencia del aprendizaje es importante porque cada instancia de aprendizaje está en función de lo que ya sabe el aprendiz, y eso que ya sabe le permite avanzar hacia lo que no sabe. (Y lo que se sabe, tiene una estructura, una organización en la mente --los conocimientos previos y las jerarquías conceptuales de Ausubel.)  Importante y todo, lo cierto es que no se sabe bien cómo ocurre.

Se puede concluir de lo anterior que la enseñanza y el aprendizaje están basados en la transferencia. Y que si tuviésemos que enseñarle a Pepito todas las instancias de uso de la suma de dos cantidades (con limones, peras, etc.) entonces sí la enseñanza sería una tarea imposible. (El ejemplo de Pepito probaría que los estudiantes tienden a ver los ejemplos como modelos muy concretos y no como instancias de uso de un conocimiento general.)

Los saluda
jmd

 




Imagen de Casanova

 Wao con la demostracion jaja

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